UNAM

miércoles, 18 de agosto de 2010

Manuel Espino fija su posición frente al proceso de expulsión de Acción Nacional


Boletín VAE 03 18 de agosto de 2010

Ciudad de México www.volveraempezar.org.mx

Carta de Manuel Espino a la opinión pública

La libertad de expresión se encuentra amenazada en diversos ámbitos de la vida nacional. Periodistas, empresarios, gobernadores, alcaldes, legisladores, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos de todas las tendencias han sido víctimas de embates desde el poder cuando emiten opiniones diferentes. Esa ofensiva de intolerancia ha llegado a mi hogar político, Acción Nacional.
El día de ayer la cúpula de mi partido validó una decisión tomada en Los Pinos e intentará expulsarme del partido. Se turnó a mi estado adoptivo, Sonora, el proceso a través del cual se buscará despojarme de una militancia de 33 años al servicio de México desde las filas del PAN.
En reiteradas ocasiones he dicho que seguiré siendo panista independientemente de que mi nombre esté inscrito o no en el padrón de militantes. El panismo se lleva en el corazón, no en una credencial; se demuestra con congruencia en los hechos, no en el discurso;
también se valida con los actos cotidianos, no se recibe como una herencia monárquica.
Sin embargo, defenderé mi militancia no por sí misma, ni por mi persona. Defenderé mi condición de panista porque no puedo permitir que se expulse de Acción a un militante tan sólo por expresar opiniones, llamar al debate y hacer críticas. Los panistas estaríamos negando la propia historia si restringiéramos la libertad de expresión en nuestra casa. No debo permitir que el poder imponga la mordaza azul, pues con ello abriríamos la puerta para que en otras instituciones de la sociedad mexicana comenzara a hacerse lo mismo.
Si se niega a un ex presidente nacional el derecho a hablar con libertad, ningún militante podrá estar seguro al expresar una crítica. Sobre la discusión, el debate y el libre intercambio de ideas, pesará la amenaza de expulsión a cualquiera, como una espada de Damocles.
No defender mis derechos sería tanto como validar las purgas internas, la cacería de brujas y la imposición del pensamiento único. Además, mandaría el mensaje de que es aceptable que un panista sea expulsado por mostrar su desacuerdo.
Condeno la campaña de desinformación que en las anteriores semanas intentó posicionar la idea de que yo sería expulsado ayer. Como se demostró, era imposible expulsarme este martes. Sin embargo, se incentivó ese rumor para golpearme políticamente, manipular a la opinión pública y los sentimientos de los militantes.
Hay que recordar que coartar la libertad de expresión no sólo consiste en imponer silencio. Por el contrario, la forma más perversa de limitarla es acallar la verdad con el estruendo de la desinformación. Hago un llamado a nuestra dirigencia para que cese en el uso de estas aviesas tácticas de propaganda negra.
Por todo lo anterior, anuncio que haré valer mis derechos y me defenderé con base en los Estatutos de Acción Nacional y en las leyes de nuestra República. Espero salir airoso de esta batalla, para dejar asentado que Acción Nacional sigue siendo un espacio de diálogo y libertades. Espero, también, que los panistas brindemos a México entero un vivo testimonio de nuestro apego a la libertad de expresión, esencia de nuestra vida democrática.
Fraternalmente,
Manuel Espino

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