Fernando Sandoval. Analista Político y Escritor.
Esta carta que no fue leída en público por personal de Refugio Gallegos el sábado 6 de diciembre de 2008, sin embargo, parte del contenido refleja el sentir de una población que buscó más que un simple servidor público, como lo describe: Carta a un amigo: “Recuerdo cuando te conocí, comenzaba el verano, época del año donde caen las hojas, los vientos soplan y el color de la hierba recién mojada brilla y los tumultos por responder a las necesidades comenzaban. No en vano fueron los esfuerzos que hoy vemos relucir cadentes ante las circunstancias de la vida y de las desazones que la experiencia nos dio, después de un año, el distanciamiento fue el gran enlace.
Ahora resoplan los vientos fríos del Norte, no sin antes ver relucir nuestras amistades de nuestros seres queridos y de aquellos nuevos amigos, los viejos ya se olvidaron. La amistad fue fragmentada y sentida por los embustes políticos, los miedos y tantas “mal informaciones” abundaron en San Andrés.
Hemos llegado a un invierno donde la calidez y hospitalidad de nuestra gente de este pueblo, deja en cada uno de los visitantes que arriban para conocer nuestras formas de vida, nuestras tradiciones y nuestras costumbres. Como no olvidar, el ponche y las Nochebuena colgadas en el árbol navideño que tiró cables de TELMEX entre la fuente que hoy, no funciona como el esplendor que dio con Omar Coyopol, brotando luces de colores y música que nos incitaba a la reconciliación, el regocijo y el recuerdo de todo lo que pudimos ser y sin embargo, no fuimos en el momento y en el tiempo, pero, nunca es tarde para llenar de energía y apoyo a todos aquellos que desde lejos hacen posible un mundo mejor en este municipio.
Se te acabó el tiempo, se te acabo lo que pudiste hacer y no hiciste, en unos días más serás para muchos el mejor, para otros un presidente más en la historia del olvido o en la historia de un municipio tradicional lleno de ambiciones.
Cada hoja vemos caer en este aguerrido febrero asemeja la partida de un funcionario más que termina una gestión para dar partida a una nueva. Muchos de tus compañeros, de tus empleados y de tus más “seguros servidores” partirán, a Puebla, a otros municipios, dejándonos el solo recuerdo de que en la política no hay enemigos, no hay rencores y dejar atrás lo que muchos manifestaron, “a golpes y garrotazos no le entramos”. Solo el tiempo y la población juzgará, dará la razón o el olvido.”
Estaremos atentos a un informe que concluye una administración que deja unas finanzas sanas para un nuevo gobierno que deberá redoblar los esfuerzos y mejorar todavía más lo que se puede hacer.
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