Porque me amo tanto
Un Día en la vida del hombre
Fernando Sandoval
¿Cuándo nos hemos dedicado a
amarnos a sí mismo?
También, los hombres tienen
derecho a ser valorados,
respetados y amados.
Sentirnos,
despojarnos,
tenernos.
Cocinarnos, deleitarnos,
Tenernos.
Desde que nacimos nos enseñaron a
aguantarnos,
a ser valientes, el hombre no
puede llorar,
jamás puede demostrar sus dolores,
sus sentimientos y sus angustias. ¿Porqué?
Tan solo por pensar en el que
dirán,
los estereotipos marcados por una
sociedad tribal,
educada a conveniencias de unos y
de otros,
resalta el valor de la fuerza,
de la brutalidad, que hace del propio hombre,
el olvido de muchas
sensibilidades,
un concepto remarcado por las
propias mujeres.
Lavar, cocinar y ayudar en casa.
ver los niños,
atenderlos,
Llevarlos a la escuela.
El machismo no solo se ha dado en
la historia de los hombres,
también se desarrolla en la vida
animal donde los más fuertes,
se imponen al dominio territorial
que implica otros factores como alimentación,
reproducción y supervivencia de
la especie.
Hoy, los conceptos del derecho de
la mujer,
también contraponen los derechos
de otros,
quedando una visión,
también rebasada,
donde la igualdad nuevamente se
pierde
por los excesos de exigencias de
respeto
por cualquier falta que se ha
dado en la sociedad a la mujer.
Igualdad es un concepto que
merece atención,
inconcebible la violación de los
derechos de la mujer,
pero, inaceptable la violación de
los derechos del Hombre.
¿Por qué tener trasporte femenino
o
divisores sociales enfocados únicamente
a un género?
¿Dónde está la igualdad de
derechos inalienables
de la sociedad reconocida con las
características
de diversidad enfocadas a valores
y respeto?
No solo las mujeres,
los ancianos,
los niños,
los trans género,
los gay,
las lesbianas,
están en la igualdad de derechos
humanos por igual,
sin diferenciaciones,
sin embargo,
también los hombres merecemos respeto y valor,
porque también,
existe una violencia histórica
generalizada
por el simple hecho de ser un
género más fuerte y que teniendo,
también violencia intrafamiliar,
no es denunciada por las características
de ser más fuerte y tener que aguantarse.
¿Hasta cuándo tenemos que tener
una instancia del Hombre?
¿Hasta cuándo se nombrarán las investigaciones
de matanzas de hombres como
hombresidios?
¿Varoncidios?
Ocioso.
La sociedad debe tener una
verdadera igualdad,
inaceptable la violencia para
cualquier género,
inconcebible la división social
en la vida cotidiana,
lo que se debe tener es el
respeto a los demás,
a nuestros semejantes,
de no ser así,
de nada sirve que se manifiesten
con más violencia,
el respeto a los derechos de los demás,
en pleno siglo XXI sigue en retroceso.
¿Hasta cuándo los hombres serán
respetados
en igualdad de derechos y de
sentimientos más nobles
que ha tenido la especie humana?
¿Hasta cuándo, la mujer verá la fortaleza,
la fuerza y el valor de los hombres
que esta soportada por
sentimientos,
respeto y cariño?
Amémonos a sí mismo,
respetémonos como somos,
y valoremos todos los instantes
que se han compartido con valores,
con respeto y amor,
solo así, se fortalecerá la
Sagrada Familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario