Carta a un presidente.
Renglones en las líneas
de la cárcel
Primera parte
Fernando Sandoval
Han pasado casi un año, luego de la muerte
de su padre, todos lo sentimos, algunos mas, otros menos. Para quienes no
tienen corazón bajo el pretexto de nadie
por encima de la ley no tuvieron el menor recato, menos en un lecho de muerte.
Siempre existirá una justicia divina,
mientras el diablo goza el dolor de muchos como Jesús en la cruz pero, no todo
es eterno, en este mundo terrenal se acaban los días y los años y con ello
también las prebendas y apoyos de un sistema gubernamental estatal a modo de
otros.
Corrupción denunciada, pero no será el karma,
será la propia historia quien señale a los culpables.
Hoy todos lo saben, un presidente
traicionado por sus propios abogados del diablo que esperan tener obra publica
y espacio en la presente administración.
Los palacios de mezquindad en los
estrados de la defensa para alargar el proceso
que solo marca una proceso a modo y con tintes político para tapar el fraude
del 18 y la muerte de dos.
Mientras existan los verdaderos traidores
de sanandreseños, en las filas de morenistas y de comparsas de guerrero, varios
entreguistas panistas serán señalados antes de que cante un gallo. La soga esta
en su lugar, alguien la tomará y otra estará lista para ser utilizada antes de
que llegue el 24, la población ha evolucionado como los intereses de grupos en
favor de la verdadera libertad, el progreso y la transformación.
Al tiempo serán, investigadas todas y
cada una de esas obras magistrales llenas de corrupción, diezmos y raterías,
hoy comienzan a caerse obras, aquellos hipócritas de la mentira, se han
terminado lo que les dieron debajo de la mesa, de cargos religiosos que solo
buscan espacios para beneficiarse a
costa de la fe y de instituciones religiosas.
Todo en este tiempo se sabe, a través de
las paredes de la cárcel, la justicia terrenal ante la divina comienza a
acelerar el proceso de desempolvar expedientes en las mesas de delitos electorales atraídos a
asesinatos donde el poder político y
cargos de gobernancia fueron beneficiados.
Todos lo saben, incluyendo a funcionarios
de alto nivel que están esperando el tropiezo y caída de un gobernante que la
enfermedad diezma su ambición y agota el tiempo de poder.
Los tiempos de Dios son perfectos dicen unos.
¿Qué Dios?
Si sus almas destilan odio, lujuria y venganza, seguramente
será el de la tinieblas. Eso lo dicen
algunos cercanos, así lo sostienen sus actos, sus dichos y sus acciones.
El caído, lo sabe, el benevolente esperara
el jucio se un verdugo, juez y parte, que sabe que no podrá probar más que unos
cargos menores en su contra, nada que no pudiera resolverse en el diálogo y en
subsanar errores.
Eso lo saben, eso lo dicen y eso lo
escriben. Falta poco para que los grandes traidores, dejen sus espacios
laborales y sus cargos que no han sabido tomar medidas y acciones para su futuro y sus proyectos.
En todo momento los verdaderos amigos,
estuvieron en las puertas de la cárcel en San Pedro Cholula, en San Miguel,
pronto se manifestaran recordando que los amigos no se olvidan, menos quienes
brindaron la mano, la amistad y la lealtad.
Ese es el poder que tiene el señor presidente,
ese es el miedo que le tienen y su silencio desde los barrotes de la cárcel, no
le han debilitado, le han fortalecido, para
su retorno que comienza a inquietar a, más de unos.
La sombra en semana Santa, mengua y el
poder divino, se impone poco a poco a los cambios que están en puerta.
Continuará.
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